Hola amor, ¿que tal? Que rápido paso los días, los meses y ahora ya vamos a cambiar la hora para el invierno…
Un invierno que va ser muy atípico como lo esta siendo 2020, esperando que no venga nada raro a mayores, y que en breve notemos la parte positiva de toda esta situación…. El cambio de hora de octubre del 2020 se acerca.

Este año se producirá en la madrugada del domingo 25, cuando los relojes deberán atrasarse una hora para entrar en el horario de invierno. Cuando las agujas del reloj marquen las tres de la madrugada, se tendrán que retrasar hasta las dos, como todo los años.

Es habitual presentar unas leves alteraciones con este cambio horario, pero sin que llegue a ocasionar trastornos severos. También es frecuente que las necesidades diarias, como dormir y comer, aparezcan antes de lo que se está habituado. De hecho, es posible que tengamos ganas de dormir una hora antes e incluso que también nos despertemos antes. En algunos casos puede causar cambios de humor debido a que la tarde tiene menos horas de luz.

Recomendamos 4 pautas sencillas que te pueden ayudar:
Desde el primer día, debemos intentar irnos a dormir con el nuevo horario de invierno. Para aquellos que les resulte complicado acostarse más tarde de lo habitual, pueden empezar haciéndolo poco a poco, retrasando el horario 15 minutos cada día, para que en cuatro días se complete la adaptación de manera total.
Las siestas breves, durante 3 o 4 días, facilitan el hecho de mantenerse despiertos hasta más tarde, lo que también ayuda a retrasar el reloj biológico.
Adaptar los horarios de comidas lo antes posible para que se adecúen al horario de invierno.
Exponernos a la luz del sol y practicar ejercicio para terminar la tarde son dos formas de ayudar a ajustar nuestro reloj interno más rápidamente.

Eso sí, durante la primera semana muchas personas pueden sufrir alteraciones de estado de animo, mayor frecuencia e intensidad de las migrañas y de las cefaleas, pérdida del apetito, ansiedad o insomnio. Digamos que al adelantar el reloj una hora experimentamos una especie de jet lag.

Repasamos cinco alimentos imprescindibles para afrontar el cambio horario:

  1. Las frutas son ricas en agua, vitaminas yminerales, contribuyendo a mantenerte hidratado y fresco durante el día. Incluye en tu desayuno y tentempiés frutas de temporada como aguacate, el kiwi, el limón, la naranja, el albaricoque, la cereza, la nectarina o la fresa.
  2. Legumbres, te recargarán de energía, te aportarán proteína de calidad, mucha fibra, y triptófano, un aminoácido esencial para conciliar el sueño y regular tus horarios de descanso.
  3. Vegetales frescos, especialmente para la hora de la cena -ya que se recomienda que esta sea ligera- los vegetales frescos y de temporada se convertirán en tus grandes aliados. Entre ellos destacan acelgas, alcachofas, apios, endibias, espárragos verdes, espinacas, guisantes, lechugas, zanahorias y habas. Puedes hacerte cremas, sopas, ensaladas, tabulés, etc…
  4. Frutos secos, incorporarlos a tu dieta en estos días conlleva beneficios como la reducción del estrés, la ansiedd y la fatiga, un gran aporte energético, mejora del tránsito intestinal e incremento de los niveles de serotonina, la hormona vinculada al placer y al bienestar.
  5. Los cereales integrales como, trigo, arroz o maíz son ricos en fibra y el combustible de nuestro organismo para funcionar adecuadamente. Incorpora carbohidratos complejos a tus platos, fundamentales para tener la energía diaria que demandan estos días de desajuste.

Ahora ya sabes los truquitos para llevar a cabo este cambio horario de la mejor manera. Esperamos que te ha gustado nuestro post de esta semana, y que ya tienes ganas del próximo…

Te damos una pista, para la semana hablaremos de Sandalias a Botas… no te lo pierdas.
Un besiño y cuídate