Históricamente, el neem proviene de la zona interna de los bosques secos de Myanmar. De los árboles se utilizan casi todas sus partes: desde el tallo a la raíz y los frutos.

Con el paso del tiempo, el territorio se fue ampliando, llegando hasta el centro de la India, y actualmente ya es un producto que se disfruta prácticamente en todo el mundo.
Desde hace miles de años el neem ha sido utilizado por sus grandes propiedades curativas, y hoy en día es uno de los productos estrella en la medicina ayúrveda, especialmente gracias a sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.

En cosmética natural se viene utilizando desde hace muchos años gracias a ese conjunto de propiedades tan beneficiosas para la piel.
Te contamos algunos de las más comunes:

  • Pieles acnéicas. Gracias a sus propiedades desinfectantes y anti bacterianas, ayuda a limpiar y regular el exceso de sebo en pieles grasas y con tendencia a acné. También actúa contra eczemas y/o problemas como la psoriasis.
  • Problemas sobre el cuero cabelludo. Hablamos de irritaciones, caspa, rojeces o incluso piojos. El neem en polvo calma y alivia la zona.
  • Adiós toxinas.  Además de efecto purificador y astringente, es capaz de eliminar toxinas.
    Para las mascotas. También resulta ser un estupendo repelente natural contra insectos y pequeños parásitos. Si tu mascota tiene problemas con pulgas o garrapatas, utilízalo en forma de champú y comprobarás su rápida actuación.

No se recomienda en mujeres embarazadas o en período de lactancia debido a sus posibles efectos abortivos (que inducen el aborto) y anti-implantación que se observaron en estudios realizados en animales. No obstante, no se han reportado efectos teratogéneticos (que provocan malformaciones o defectos al embrión del feto) en los animales.