Debido a la crisis del Covid-19, quiero empezar por este motivo que estuvimos luchando todos. Estar casi 2 meses encerrados en casa me hizo reflexionar mucho sobre nuestro medio ambiente.

Ver esas imágenes que se subían por las redes sociales y ver un cielo azul sin contaminación, un bosque verde sin basura, unas calles desiertas sin aglomeraciones, escuchar los pajaritos y el silencio en la cuidad.

Cuanto hace la responsabilidad civil y la educación. Volver a la esencia de un viaje y disfrutar de la naturaleza, me siento con Alicia en el país de las maravillas, disfrutar de la libertad de no tener ni hora pactada, ni destino porque cada paso será el mejor instante y nuestra meta el ahora.

Cuanto he echado de menos, ir a mi pueblo, sentir el aire fresco, oler lo verde de la montaña y ver las vistas tan maravillosas que tenemos.

A partir de ahora la responsabilidad de cada uno, será nuestra voz de la conciencia siempre encendida, siempre vigilante.

A la espera de una vacuna para el coronavirus, disfrutemos poco a poco de nuestro entorno, sin perjudicarlo seamos concienciados y respetuosos. La naturaleza siempre estuvo ahí esperando, renovándose y creciendo.

Creo que hemos aprendido a ser pacientes, a ser más solidarios, más amables, a ser menos consumistas y a demonstrar más nuestros sentimientos. Muchos hemos cumplido el confinamiento siendo más creativos, o más atentos a nuestras parejas o familiares y más unidos que nunca.

Reflexionar de lo que tenemos y que cuando estuvimos encerrado no nos hacía falta ni la mitad de las cosas. No hay mejor regalo, que hemos apañado con poco al convertirlo en mucho, hemos tocado poco el dinero y hemos sabido organizarnos para que en la semana solo hubiese una compra. Y que bien, pensar que antes de volar lejos hay que descubrir lo que tenemos cerca, lo nuestro.
Así lo dicen los que más nos conocen porque sin lugar a dudas, dónde más seguro se siente uno es en casa, que ha sido nuestro refugio.

Ahora es el momento de hacer de nuestra tierra un hogar. Uno de los principales beneficios que tienen las situaciones complejas como el Covid-19, es que forzosamente te detienen. Te da tiempo para pensar y después te permite actuar más despacio, con lo que si realmente te aplicas y te esfuerzas, puedes extraer aprendizajes que te ayudan a mejorar de cara al futuro.

Experimentar una situación de este tipo es que te fuerza a detenerse de vez en cuando. De comprar en el mercado, del comercio del vecino, de por supuesto consumir nuestros productos, ellos lo han dado todo porque no nos faltará de nada, no hay mejor forma de agradecerlo que comprando lo de Galicia (o en tu ciudad ), sin acritudes porque cada uno debe implicarse con lo suyo y eso será la magia de la recuperación en nuestra economía. ¡Apostar siempre por lo nuestro!

Desde aquí quiero hacer una mención especial a todos aquellos que exponen su vida sin nada a cambio para luchar contra el coronavirus, para intentar salvar las vidas de muchos otros que han contraído el virus.

También agradecer a todos los trabajadores que están en primera línea de riesgo que no han cesado su labor y que sin ellos este mundo no podría continuar.
¡Mil Gracias!